Diversas personalidades de Silicon Valley han expresado abiertamente su simpatía por un sueldo mínimo garantizado para cada habitante de la tierra. Sobre este controversial tópico conversamos esta semana.
La periodista norteamericana Annie Lowrey trata de explicar en su libro: Dele dinero a la gente: como un ingreso básico universal acabaría con la pobreza, revolucionaría el trabajo y cambiaría el mundo (Give People Money: How a Universal Basic Income Would End Poverty, Revolutionize Work, and Remake the World), por qué Chris Hughes, co fundador de Facebook, y otras personalidades, se están tomando en serio la idea de darle un ingreso garantizado a cada individuo.
El concepto no pareciera estar impulsado por razones políticas sino por la visión que tienen estos personajes sobre el futuro. Piensan que la revolución tecnológica que se avecina, impulsada por avances en inteligencia artificial, creará bienestar, al tiempo que reducirá en forma dramática los puestos de trabajo disponibles a lo largo y ancho del mundo. Será más fácil producir alimentos, tendremos grandes avances en medicina y prevención de enfermedades y en general un mundo mejor, pero habrá cada vez menos empleos. Máquinas y procesos automatizados nos proveerán todo lo que necesitamos, siempre y cuando podamos pagar por ello.
Los escépticos abundan y sus argumentos tienen mucho peso: no se trata solo de un ingreso o sueldo garantizado, sino de la garantía de otros derechos humanos fundamentales: vivienda, salud, educación, a menos que estemos pensando en un «sueldo» base que alcance para todo. Una discusión filosófica que recién empieza.
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