En días pasados una periodista deportiva norteamericana comentó que descubrió la infidelidad de su novio a través de un FitBit. Sobre ese curioso caso conversamos esta semana.
El 5 de diciembre la reportera de la NFL Jane Slater (@SlaterNFL) tuiteó comentando que un ex novio le había obsequiado un FitBit (pulsera para monitorear ejercicios) en Navidad y que al principio a ella le había encantado…
An Ex Boyfriend once got me a Fitbit for Christmas. I loved it. We synched up, motivated each other… didn’t hate it until he was unaccounted for at 4am and his physical activity levels were spiking on the app 🥴wish the story wasn’t real. https://t.co/npRkLJYYz0
— Jane Slater (@SlaterNFL) December 5, 2019
La pareja compartía el progreso en sus ejercicios y se motivaban mutuamente, hasta que un día el novio andaba desaparecido a las 4 de la mañana. Cuando Jane lo interrogó y el susodicho se hizo el loco, ella tomó el FitBit y allí vio que el ex a la hora de supuestamente estar durmiendo mostraba en la aplicación una vigorosa actividad…
Sirva este curioso episodio para recordarnos a todos que nuestras «huellas» electrónicas abundan, mucho más allá de lo que alcanzamos a imaginar. La privacidad, como hemos comentado en otros artículos, está seriamente comprometida o peor aún, puede ser una cosa del pasado.
¿Como enfrentar este problema?
Sin duda tenemos que dar la pelea para que se respete nuestra privacidad y apoyar todas aquellas iniciativas que restituyan nuestros derechos fundamentales, pero mientras tanto conviene moderarnos y evitar excesos o imprudencias que más tarde podamos lamentar, sentimental o profesionalmente.
Como siempre, quedamos atentos a sus comentarios y sugerencias.
@vr2310, vramos@zona3punto0.com
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