El primer ministro de Turquía Tayyip Erdogan anunció el 21 de marzo la prohibición de Twitter en Turquía. Lo que sucedió a continuación[1]nos da una idea de la fuerza de las redes sociales y la importancia de estar allí para interactuar con clientes, aliados, amigos, comunidades y público en general.
Tan pronto como se anunció el veto a twitter en Turquía, comenzaron a aparecer las trochas para poder usar la red. En pocas horas, las mejores prácticas en la materia eran compartidas por redes sociales alternas y métodos más tradicionales (pancartas con instrucciones, como se puede observar en la foto).
Lo más extraordinario es que el propio presidente de la república buscó la forma de circunvalar el veto, para establecer su posición[2]en torno a la prohibición, y así reconectarse con su electorado. La reacción de la gente fue muy positiva, recibiendo su mensaje más de 20 mil retuits. Incluso le preguntaron al propio presidente cual método había usado para vencer la censura…
Fuente de la gráfica: @venturebeat |
Al final del día el veto a Twitter, lejos de funcionar, tuvo un efecto contrario. Como se puede observar en el gráfico (barra azul), 24 horas después del veto, el uso de Twitter en Turquía fue más intenso que el día previo.
¿Tiene su empresa definida una estrategia en torno a las redes sociales?
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