De acuerdo a la empresa PrivCo, el mercado de ropa usada representa a nivel mundial unos 16 mil millones de dólares, creciendo a un ritmo nada despreciable de 6% interanual. Si su closet está a punto de reventar, es posible que haya llegado la hora de ordenar y analizar opciones para vender algunos corotos, sin enloquecer en el intento.
Revisamos en este artículo algunas novedosas opciones para disponer de esos chécheres en buen estado que ya no usamos, aunque algunas no estén disponibles todavía en nuestro ámbito de residencia.
La bloguera Sussana Hindman, en su página Revisionary Life, recomienda clasificar el contenido del closet en cuatro categorías:
- Basura
- Cosas que deseo conservar
- Donaciones
- Artículos para la venta
Básicamente, todo lo que hay que hacer es colocar las cosas en una caja y llevarlas a una oficina postal. Twice asume el costo del envío a sus instalaciones. Al recibir el material lo cataloga y le fija un precio de venta. Si el item no tiene valor comercial, Twice lo puede disponer para donación o devolverlo al dueño, siempre que éste asuma el costo del envío de vuelta. Twice, con sede en EEUU, ya despacha mercancía a 34 países.
ThredUP arrancó con el mismo concepto de Twice, para el segmento de ropa usada de niños. Todos sabemos lo rápido que se pierde la ropa de los chamos (pelaos, como le dicen acá en Panamá), muchas veces prácticamente nueva, sin que ya le sirva al pequeño de la casa.
Esta aplicación, con un formato parecido a Instagram, permite tomarle una fotografía al item que se desea vender, tocando asignarle el precio deseado. Al concretarse la venta, Poshmark genera una etiqueta para que el vendedor envíe, gratis, la pieza a Poshmark, quien procede a revisar y empaquetar para envío al usuario final. Poshmark se encarga de cobrar el producto más el costo de envío (tipicamente unos 5 dólares, para objetos pequeños) y también de pagar al proveedor, deduciendo la comisión correspondiente, del orden del 20%. Poshmark y otras aplicaciones similares ofrecen la opción de pagar con crédito para uso en la tienda virtual de Poshmark, generando un círculo virtuoso de ventas.
Estas dos empresas se dedican a la venta de artículos de lujo de segunda mano, pudiendo observarse marcas como Louis Vuitton, Gucci, Cartier, Chanel, Hermes, etc. El servicio incluye el costo de autenticar las piezas, para evitar operaciones fraudulentas y además garantiza el anonimato de los usuarios (vendedores).
Aunque hay otras aplicaciones que se dedican a la venta de artículos para hombres, ésta es la única que atiende en exclusivo al género masculino, ofreciendo básicamente ropa y calzado.
Para aquellos que sientan que estas plataformas se quedan con una comisión demasiado elevada o que el precio resultante es muy bajito, existe la opción de intentar la venta sin intermediarios. Para ello, muchas personas están usando instagram, ya que esta plataforma no tiene ninguna política explícita contra este tipo de actividades comerciales. Allí pueden publicar la fotografía de la ropa que desean vender, especificando el precio. Incluso se puede intentar un sistema de subasta, estableciendo un precio mínimo y período de tiempo para presentación de ofertas.
Para algunos esta opción puede ser agotadora, ya que al cerrar la venta toca facturar, cobrar y luego enviar al usuario final el producto vendido. Para los que se animen a intentar este mecanismo, les recomendamos que posicionen una etiqueta (hashtag) que identifique la actividad. En EEUU es muy popular #shopmycloset para este fin.
Nos queda hacerle la siguiente pregunta: ¿Cómo está su closet?
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