El pasado 2 de diciembre del 2015 el norteamericano Syed Farook y su esposa paquistaní Tashfeen Malik abrieron fuego en una fiesta de 80 personas (compañeros de trabajo de Farook) en el Condado de San Bernardino en California, asesinando 14 personas e hiriendo de gravedad a otras 22, en el atentado terrorista más grave en territorio norteamericano desde el 11 de septiembre de 2001. No murió más gente gracias a que no llegaron a explotar varias bombas caseras dejadas en el sitio de la masacre por los atacantes.
Farook y Malik destruyeron sus celulares personales antes de huir y morir el mismo día del ataque, en un enfrentamiento con la policía, pero el FBI localizó un iphone 5C asignado a Farook por su empleador, el departamento de salud pública del Condado de San Bernardino. La controversia entre el FBI y Apple se centra en el acceso a la data de ese celular.
El 9 de febrero de este año el FBI anunció que le había resultado imposible desbloquear el iphone en custodia y que iba a exigir a Apple el desarrollo de un nuevo sistema operativo (iOS) para poder «entrar» al teléfono en cuestión, sin que se active el protocolo de seguridad que borra todo el contenido del teléfono luego de varios intentos de acceso fallidos.
Ante la negativa de Apple, el Departamento de Justicia de EEUU decide llevar el caso contra Apple ante una corte federal, ratificando su solicitud, en base a la Acta Federal de obligatorio cumplimiento, de 1789.
Tim Cook, la máxima autoridad de Apple, presentó una carta pública en día 16 de febrero, para explicar al mundo las razones de la negativa de la empresa y el riesgo que implicaría crear una llave maestra o «backdoor» para acceder a la data de un iphone (o cualquier otro equipo), sobreseyendo la seguridad del equipo.
Básicamente Cook argumenta que cada vez depositamos más y más información en nuestros teléfonos celulares, información confidencial y de extrema importancia, que es vital mantener a salvo de hackers y criminales. Cualquier atajo o llave maestra comprometería la seguridad de los usuarios, poniéndolos a la merced de entes más poderosos, llámese estado o cualquier fuerza al margen de la ley.
Las principales empresas de tecnología han manifestado su solidaridad con Apple y hacen extensiva su preocupación por el daño que podría causar una decisión de este tipo, obligando a entes tecnológicos a violentar los preceptos de seguridad que ofrecen a sus clientes.
El Departamento de Justicia ha jugado bien sus cartas. Decidió actuar contra Apple en un caso de terrorismo, con honda repercusión mediática, y aunque afirmó en un principio que la llave maestra se usaría exclusivamente para entrar al iphone de Farook, luego ha reconocido que hay otros equipos, pertinentes a otros casos criminales, a los que desea también acceder.
La opinión pública norteamericana, de acuerdo a un estudio de Pew Research Center, se decanta a favor del Departamento de Justicia, 51 a 38%.
El candidato republicano, Donal Trump, se ha manifestado a favor del FBI, mientras que la Casa Blanca se ha limitado hasta ahora a conminar a las partes a trabajar en pro de un arreglo satisfactorio a las partes.
Expertos del ramo consideran que este caso llegará a la máxima instancia legal del país, la Corte Suprema de Justicia. También piensan que aunque el Departamento de Justicia pierda este caso, seguirá intentando presionar para que la seguridad nacional impere sobre los derechos de privacidad individuales. ¿Qué opina usted?
El testimonio público de Salihin Kondoker, esposo de una de las víctimas de San Bernardino, da luces sobre lo que está en juego. Kondoker estaba inicialmente indignado por la falta de cooperación de Apple y eventualmente cambió de opinión. Este es un extracto de lo que dijo:
«Por último, y la razón de mi carta a la corte, creo que la privacidad es importante y Apple debería mantenerse firme en su decisión. Ni yo, ni mi mujer, queremos criar a nuestros hijos en un mundo donde la privacidad es la solución de compromiso para la seguridad. Creo que este caso tendrá un gran impacto en todo el mundo. Tendrá agencias procedentes de todo el mundo para obtener acceso al software que el FBI está pidiendo a Apple. Los abusos se multiplicarán para espiar a personas inocentes.»
Más adelante en su misiva, Kondoker pone el dedo en la llaga al cuestionarse sobre el control de armas, como una herramienta más efectiva para luchar contra el terrorismo.
Como siempre, quedamos atentos a sus comentarios y sugerencias.
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