La tecnología que permite geo-referenciar (GPS – Global Positioning System) objetos, se ha vuelto parte indispensable de nuestras vidas. La usamos diariamente para buscar alguna dirección y está presente en vehículos, celulares y en muchos de los relojes que usamos. Estados Unidos impulsa el proyecto GPS III, sobre el que hablaremos en este artículo.
El primer satélite GPS III fue lanzado por la empresa Lockheed Martin a finales del año pasado, con un costo estimado de $529 millones. En total se lanzarán al espacio otros nueve satélites, para un costo global del proyecto que supera los $5,5 millardos. Se espera que la nueva generación de satélites GPS III esté 100% operacional en 2023.
¿Qué nos traen estos satélites?
- Durarán más en el espacio. Los primeros satélites fueron diseñados con una vida útil de menos de 8 años, mientras que los GPS III durarán 15 años.
- Más precisos. Los GPS triplicarán en precisión a los satélites actuales, además de tener una señal más poderosa y menos distorsionada.
- Más fácil de usar. La clave de esta expansión es la nueva señal civil L1C, que es interoperable con otros sistemas internacionales de navegación global por satélite (GNSS). La señal L1C comparte la misma frecuencia central que la red europea Galileo, QZSS de Japón y Beidou de China. De hecho, los equipos de diseño de señales de Japón y Europa trabajaron con los EE. UU. para garantizar esta compatibilidad. En el futuro, los receptores GPS podrán recopilar datos de ubicación de múltiples sistemas satelitales de navegación global a la vez y usar esa información para proporcionar un seguimiento preciso y preciso.
Para el mundo esta es una oportunidad masificar el uso de esta tecnología. Para EEUU, será sin duda una oportunidad para expandir su poderío militar y estratégico.
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