¿Saben lo primero que hizo Amazon al comenzar la pandemia? Esta semana conversaremos sobre los aportes que hacen Amazon y otros gigantes de la tecnología para luchar contra la pandemia.
Lo primero que hizo Amazon fue contratar 100 mil nuevos empleados a nivel mundial. Sabía que la demanda por sus servicios se dispararía ante las distintas formas de encierro que hemos sufrido los ciudadanos de casi todos los países del planeta. También intentó frenar de alguna manera nuestro impulso de comprar para apertrecharnos, ante el temor que sus sistemas de distribución pudieran sobrecalentarse ante el aumento de la demanda.
Amazon no es la única industria afectada en forma positiva por la pandemia. Productores de desinfectantes, mascarillas y un sin fin de otras industrias han encontrado nuevos nichos y oportunidades para crecer, en medio de inmensos riesgos y limitaciones.
Dos gigantes de la tecnología, Bill Gates (Microsoft) y Jeff Bezos (Amazon) coinciden en que la detección temprana y las pruebas de contagio masivas al COVID-19 son la clave para superar la crisis.
En el caso de Bill Gates, anunció un aporte de $250 millones a la Fundación que dirigen él y su esposa Belinda, para masificar las pruebas en sectores populares, buscando acelerar la contención de la expansión del virus.
Jeff Bezos, en su carta anual a los accionistas, avanza por la misma vía.
Afirma Bezos que las pruebas rutinarias, a escala global, a través de todas las industrias, ayudará a la gente a mantenerse a salvo y acelerará la recuperación de la economía.
Por último, hace varias semanas se anunció que Apple y Android trabajan juntos para diseñar sistemas conjuntos de detección temprana, que nos ayuden a identificar donde nos contagiamos y a quienes hemos podido contagiar si estuvimos circulando asintomáticos.
Muchos, con justa razón, ven con susceptibilidad todas estas propuestas. Consideran que no tienen fines altruistas y que pueden conducir a sensibles pérdidas de nuestras libertades ciudadanas (sistemas de tracking de movimiento, por ejemplo).
Pensamos que sería sano que gobiernos y organismos multilaterales escucharan las recomendaciones de estas grandes empresas, no porque sean altruistas, sino porque son sensatas para la economía.
Regresando a los retos de Amazon, necesita mantener a sus colaboradores sanos y productivos. Pensando en que una vacuna tardará uno o dos años en desarrollarse, y en que pueden estar otras cepas y virus acechando a la puerta de la esquina, Bezos afirma en su carta que la sociedad necesita pruebas con diagnóstico lo más instantáneo posible. Si lo pudiera financiar otro, Bezos sería feliz, pero lo más probable es que tenga que tomar el asunto en sus manos, o por lo menos ser más productivo. Mientras tanto, Amazon ha tenido que flexibilizar sus políticas laborales y tiene un largo camino por delante en este aspecto. Comenzó sin reconocerle salario a aquellos que se enfermaban. Posteriormente los enviaba a casa solo con 60% del salario base, si y solo si eran diagnosticados por un médico. Ahora reconoce distintas formas de autodiagnóstico, entendiendo que es imperativo que un empleado se aísle ante la firme sospecha de contagio. Por último, Amazon enfrenta amenazas de sindicalización. Diera la impresión que su fuerza de laboral siente que los riesgos del nuevo entorno laboral no están justamente compensados ni apreciados.
¿Alguna sugerencia para Jeff?
Esperamos que estos consejos les puedan ser de utilidad. Como siempre, quedamos atentos a sus comentarios y sugerencias.
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